Acceder a internet en cualquier momento y desde cualquier lugar ha transformado la forma de comunicación entre personas de todo el mundo. Pagar las facturas de casa y efectuar compras por internet también ya se ha vuelto una rutina para mucha gente. Y justo porque estas actitudes ya están inseridas en el día a día de tanta gente, es difícil imaginarnos la vida sin internet, ¿verdad? Pero, se calcula que 4 billones de personas en todo el mundo aún no tienen acceso a ella, ¿lo sabía?
Pensando en una forma de ayudar a cambiar este escenario, Computer AidInternational, una fundación que actúa con tecnología digital en comunidades necesitadas, propuso una colaboración a la oficina de arquitectura británica SquireandPartners para el desarrollo de pequeños centros de educación para niños y adolescentes. El proyecto tenía que ser económico y autosuficiente energéticamente, ya que muchas comunidades no cuentan con energía eléctrica. ¡De este modo surgió el Zubabox!
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El Zubabox fue construido a partir de un contendor marítimo que se aprovechó y adaptó para recibir computadoras. Para garantizar la entrada de luz natural y promover la ventilación cruzada, se posicionaron ventanas de forma estratégica. Por su parte la autosuficiencia energética fue obtenida a partir de paneles solares, instalados en el Zubabox, que también proporciona sombra en los días de sol intenso.
Ya hay 12 Zubaboxes en actividad, once en países de África y uno en América Latina. En la ciudad de Cazuca, en Colombia, el proyecto recibió el nombre de Dell Solar Learning Lab (Laboratorio Solar de Apendizaje Dell, en traducción libre), el primero que contó con la colaboración de la empresa norteamericana de computadoras. El laboratorio recibió también un sitio en la parte externa para promover la integración con la comunidad. Para dotar de un estilo especial al lugar, se plantaron árboles nativos en calentadores de barriles de aceite reciclado.
Para Computer AidInternational, el objetivo de Zubabox va mucho más allá de llevar internet a comunidades necesitadas en regiones remotas del planeta. Tiene una función social muy importante, pues ha ofrecido una oportunidad para que los jóvenes tengan acceso a cursos, entrenamiento y educación online y, de este modo, reduce la sensación de aislamiento, ya que pueden estar conectados al resto del mundo a través de un clic.
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Es muy triste saber que todavía existen tantas comunidades sin acceso a agua potable, alcantarillado y energía eléctrica. En un ambiente donde falta lo básico para vivir con dignidad, tener acceso a la información puede aportar al futuro de estos jóvenes. Nos encanta el proyecto y esperamos que pueda llegar a otras regiones del planeta. Si también le ha gustado, ¡comparta este post! 🙂
