¿Recuerda aquella taladradora que tiene en casa? ¿Cuántas veces la ha necesitado? Pocas veces, ¿verdad? Pero esto no le ocurre solo a usted. Probablemente, tiene más de un vecino que ha utilizado algún objeto poquísimas veces. ¿Y si se la prestara a su vecino a cambio de ese objeto? Este es el concepto del consumo colaborativo, en el que se realiza un intercambio, compra o préstamo de objetos usados evitando comprar uno nuevo. De este modo, el objeto se utiliza más veces, evitando gasta la energía y la materia prima que se utilizaría al fabricar un nuevo producto. ¡Se trata de una actitud más que sustentable!
El concepto ha ganado fuerza en 2008, en los EE.UU., cuando el país se enfrentaba a una gran crisis económica. La idea era sencilla: ¿por qué comprar un producto nuevo si este solo se usaría una vez? Y aún más: ¿por qué dejar determinados objetos sin uso si tantas personas podrían usarlo? Queda una sugerencia: ¿qué tal intentar inserir esta práctica sustentable en su condominio?
¡El condominio es un excelente lugar para proponer este tipo de iniciativa! Usted puede compartir con sus vecinos aquellos objetos que casi nunca utiliza y, a cambio, tomar prestado los que necesita en aquel momento. Este intercambio puede ser acordado directamente entre vecinos o el condominio puede crear un espacio especialmente dedicado a estos fines, así cada vecino contribuye con algún objeto.
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Cada condominio puede desarrollar su propia forma de control, que puede darse a través de plantillas online o el viejo tándem papel y bolígrafo. En caso de que el objeto se dañe, la sugerencia es crear una cajita, con la contribución de todos los participantes, para la reposición de estos objetos.
¡Piense en las posibilidades de inserir el consumo colaborativo en su condominio! Hable con sus vecinos y descubra que piensan de la idea. En ocasiones no es necesario comprar un producto para disfrutar de sus beneficios. ¡Piense en esto y comparta esta idea con sus familiares y amigos! Tal vez, dentro de algún tiempo, ustedes podrán compartir con nosotros historias bastante interesantes sobre cómo el consumo colaborativo ha mejorado su día a día y la relación con sus vecinos.
