Mucha gente que viven en las grandes ciudades ya se ha imaginado abandonarlo todo y vivir en el medio de la nada o tener una casita rodeada por la naturaleza, en un ambiente bastante tranquilo y silencioso, en algún momento de estrés provocado por el tráfico o al ajetreo diario.
Joseph Dupuis es un ingeniero e investigador de energía renovable de 29 años que, desde hace ya algún tiempo, deseaba salir de la ciudad para refugiarse en un lugar más sencillo y tranquilo. Un día, decidió ponerse a trabajar y construyó él solo la casa de sus sueños: auto-sustentable y gastando poco dinero.
Cuando las primeras casas de contenedores empiecen a ser construidas, Dupuis se quedó fascinado con la idea y empezó a proyectar su casa. Decidido a hacer posible su proyecto, fue hasta un puerto cercano a Toronto y compró 3 contenedores marítimos, que anteriormente transportaban cargas de Asia a América del Norte. Pagó cerca de 2.600 dólares americanos por cada recipiente y los transportó hasta un terreno que pertenecía a su familia, cerca de 35 quilómetros al oeste de la ciudad de Ottawa.
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Dupuis trabajó hasta 14 horas por día a lo largo de tres meses para dejar la casa de la forma imaginada por eso. Vivir cómodamente y contar con ambientes hechos con contenedores exige algunas estrategias para que la casa no sufra mucho con el calor del verano, ni tampoco el frío del invierno. Hay que recordar que, en Canadá, el invierno puede alcanzar temperaturas muy bajas, en torno de 42 grados bajo 0, por tanto, mantener la temperatura interna agradable es una real necesidad.
Para conseguir este hecho, Joseph instaló sistemas de refrigeración y calentamiento en la casa. El suelo, por ejemplo, se calienta a una temperatura de 15 grados. Para garantizar la eficiencia energética de la casa, se instalaron paneles solares en el techo que ayudan a proporcionar la energía necesaria para alimentar todos los espacios.
Se estima que, hasta el momento, el proyecto costó cerca de unos 20.000 $ y Dupuis todavía quiere añadir más recursos a su casa. Su próximo objetivo es poner un contenedor más en la planta de arriba y transformarlo en una habitación con el techo de cristal, para de esta forma, tener una vista privilegiada de las estrellas. 🙂
¿Qué les ha parecido la idea de tener un refugio en el medio de la nada, bien lejos del ajetreo de la gran ciudad, además de una casa energéticamente autosuficiente y que reaprovecha materiales? Nos ha encantado la idea, ¿y a ustedes? ¡Dejen sus comentarios más abajo! 🙂
Images via Japhet Alvarez / S7vn Photography
