La falta de cuidado con la calidad del aire en los ambientes puede interferir en la productividad de los habitantes, traer bacterias y hongos, mal olor, enfermedades respiratorias y estrés.
Tal vez usted no se haya dado cuenta, pero numerosos estudios comprueban que pasamos un 90% de nuestro tiempo en ambientes cerrados (en casa, en la escuela, en el trabajo, gimnasio etc.). Todos estos lugares necesitan cuidados específicos para la manutención de la calidad del aire, sin embargo, nuestra casa merece atención especial. Por tratarse de un lugar acogedor donde recargamos las energías y solemos estar en familia, respirar un aire con buena calidad debe ser prioridad.
Por eso, conversamos con el especialista en calidad del aire, Henrique Cury, director de la EcoQuest de Brasil, que destacó nueve puntos de atención y cuidados que debemos tener en nuestra casa. ¿Qué podemos hacer para que el aire que circula en nuestra residencia pueda ofrecer salud, bienestar, productividad y ahorro para la familia? ¡Compruebe abajo! 🙂
- Salud y productividad
Estudios comprueban que los ambientes saludables, con buena iluminación, buena calidad del aire, entre otros factores pueden generar aumentos de un 8% a un 11% en la productividad de los habitantes (concentración, lectura, estudio, etc.). Eso sin tener en cuenta la salud. La contaminación del aire, humo, partículas y microbios pueden generar enfermedades que van, desde las respiratorias, hasta el propio estrés.
Incluso en ambientes herméticos (en los que las ventanas no suelen ser abiertas), si el intercambio del aire no se hace adecuadamente o si el mantenimiento del aire acondicionado no es constante, los problemas aparecen.
Según el especialista, ya existen tecnologías ecológicamente correctas, muchas veces incluso portátiles, que son adecuadas a las residencias, para la garantía de la calidad del aire interno.
- Cuidados en el frío
La variación de temperatura trae problemas respiratorios. Además, el invierno normalmente viene acompañado de sequía y la falta de humedad puede generar ardor en los ojos, dolores de cabeza, rinitis e incluso alergias de piel.
El tratamiento del aire interno actúa directamente en estos males y garantiza la salud y la comodidad de los habitantes.
- Cuidados no calor
Con el calor la humedad aumenta y, con ella, la proliferación de hongos y bacterias.
El tratamiento del aire mejora tanto la calidad de vida de la gente, como la conservación del ambiente, que evita hongos y los malos olores que estos elementos traen.
- Los malos olores de la casa
De lo más variados, los malos olores en ambientes cerrados pueden incomodar. Estamos hablando de olor a pies, fritura de la cocina, olor de las mascotas, productos de limpieza, entre otros tantos.
Ya existen tecnologías que actúan de forma activa – no esperan que la contaminación pase por un filtro – pero, producen partículas que captan y elimina contaminantes, microorganismos y hasta estos males olores.
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- En casa de fumador, ni todos fuman
El humo de aquel cigarrillo que uno fuma hoy se queda impregnado en cortinas, ropas y en los ambientes por varios días. En los lugares cerrados, se puede decir que quienes nos fuman (sea adulto, niño o mascota) son fumadores pasivo.
“El tratamiento del aire interno, cuando se realiza con tecnología adecuada, logra resolver el tema de los malos olores y, aún más, mejorar la calidad del aire interno, garantizando que los habitantes de un ambiente no tengan problemas de salud en función del cigarrillo”, afirma Henrique Cury.
- Reforma en casa
Quien hace pintura, reparos o incluso reforma en casa sabe que el polvo, las partículas y el olor a tinta y a obra son inevitables. Este tipo de contaminante afecta a la salud de quienes viven en la residencia y también de quienes trabajan en las obras.
El especialista recuerda que la seguridad y eficiencia en el trabajo dependen de buenas condiciones de salud. “Existen soluciones que tratan el aire en estas condiciones, capturando las partículas contaminantes y decantándolas para que no sean aspiradas. Estas mismas soluciones consiguen resolver el problema de los olores, permitiendo que el trabajo sea realizado de forma adecuada y garantizando la salud de las personas en el ambiente”, afirma.
- Salud del aire acondicionado
Principalmente en los grandes centros, donde los índices de ruido y de contaminación son mayores, muchos ambientes son sellados y dependen del sistema del aire acondicionado para el intercambio del aire y refrigeración de los espacios.
Pero, en caso de que la manutención de estos sistemas no esté al día, los equipos de aire acondicionado pueden volverse el foco de la generación de microorganismos contaminantes y perjudiciales a la salud. Eso sin hablar de que el equipo que no presente buen funcionamiento gasta más energía.
- Un aire bien tratado ayuda a ahorrar
Según Henrique Cury, un 60% del consumo de la energía de una edificación viene de los sistemas de aire acondicionado.
“Hay tecnologías que permiten disminuir hasta un 40% la factura del aire acondicionado. Por tanto, podemos llegar a una reducción de aproximadamente un 20 a un 25 % de la factura de la luz de un edificio, si son usadas las tecnologías de descontaminación y de monitorización de los parámetros de la calidad del aire”, afirma el ejecutivo.
- Tecnología, salud y bienestar
La manutención de la calidad del air interno es un tema de salud, pero va más allá. Cuidar del aire puede reducir el uso de energía y contribuir en la conservación del planeta. Hoy, las certificaciones verdes para construcciones consideran el tratamiento del aire, tanto cuando promueven la calidad de vida de los habitantes, como cuando generan beneficios ambientales.
“El tratamiento del aire en ambientes internos debe ser enfrentado como prioridad. Ya existen diversas soluciones que reúnen características sustentables e innovadoras, que agregan la eficacia de la descontaminación a la sustentabilidad y la productividad a la eficiencia energética y reducción del derroche en el tratamiento del aire interno.” completa Henrique Cury.