Al subir o bajar pisos en su edificio, siempre nos queda aquella duda, sobre todo si vive en los primeros pisos… ¿disfrutar de la comodidad del ascensor o aprovechar para ejercitarse e ir por las escaleras? Ok, seamos sinceros… la mayoría de nosotros no se lo piensa dos veces… Toma el ascensor sin pensárselo y sin ningún peso en la conciencia, aunque su destino sea el primer piso (risa).
¡No hay nada de malo en eso! Pagamos la tasa del condominio siempre y podemos utilizar el ascensor, ¿verdad? Pero, ¿no sería interesante aprovechar estos desplazamientos cortos para ejercitarse? El día a día ajetreado es una excusa muy utilizada para dejar de hacer muchas cosas que nos encantaría llevar a cabo. Encontrarnos con nuestros amigos, visitar a la familia, sacar un tiempecillo para disfrutar del contacto con la naturaleza y… ¡hacer ejercicio!
La verdad es que la falta de tiempo no siempre es solo una excusa, sino un factor que nos imposibilita de verdad a la hora de poner en práctica algunos deseos y necesidades que fueron dejadas de lado. Por eso, aprovechar todo y cualquier momento para hacer aquello que queremos o necesitamos es fundamental. Si no tiene tiempo para practicar ejercicio, ¿qué le parece utilizar las escaleras en vez de ir en ascensor?
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Si vive en el vigésimo piso es complicado bajar o subir todas estas plantas, pero, ¿qué le parece utilizar las escaleras la mitad del camino? ¡Si vive en los primeros pisos, intente hacer de esto un hábito! No necesita utilizar las escaleras en todo momento… si va a trabajar lleno de bolsas, no hace falta que empiece el día sudado o cargado, pero si va la tienda de la esquina, ¿por qué no aprovecha el viaje para mover las piernas? 😉
Y no será solo su cuerpo el que lo agradecerá, ¡el medio ambiente también! Además de poner el cuerpo en movimiento, también colaborará para el ahorro de energía en el condominio. Y en este sentido, hay que recordar que el ascensor es uno de los grandes villanos del consumo de energía en los edificios.
Entonces, ya lo sabe: si duda, ¡siempre en escalera! Y si le da pereza, ¡también! Piense en su salud y en el bienestar que los ejercicios proporcionan. Y si no es suficiente, ¡piense en nuestro planeta! ¡Cualquier pequeño gesto es bienvenido! 🙂